Agresividad Entre Perros de Una Misma Casa - Perros

¿Qué es la jerarquía? ¿Por qué es importante en perros?agresividad_entre_perros_de_una_misma_casa

Los perros son animales sociales y por lo tanto están preparados para vivir en grupos. Vivir en manada permite a los lobos trabajar juntos para conseguir comida, criar a los cachorros y defender su territorio. Para miembros de un mismo grupo, es contraproducente luchar entre ellos y correr el riesgo de herirse. Para evitarlo, los perros tienen una estructura social en la que cada perro es dominante (líder) o subordinado en su relación con cada uno de los miembros del grupo. Esta estructura es lo que se denomina "dominancia jerárquica". El líder o perro "alfa" es el primero en tener acceso a todos los recursos "críticos", incluyendo comida, lugares de descanso, pareja, territorio y posesiones preferidas. La dominancia se manifiesta generalmente mediante expresiones faciales, posturas corporales y acciones.

 

Mis perros  han vivido juntos durante un tiempo,  pero  ahora han empezado a pelearse. ¿Por qué?

Las peleas entre perros de una misma casa se deben con frecuencia al estado jerárquico y suelen ocurrir cuando los perros alcanzan la madurez social, entre los 12 y los 36 meses. Los recursos por los que luchan son los que ellos consideran importantes, como la atención del propietario, la prioridad para saludarlo, los premios, los lugares para dormir, las entradas y salidas de la casa, etc. Por lo general, estas peleas se dan entre perros con estatus similar y muchas veces, aunque no siempre, entre animales de un mismo sexo.

 

Intento tratar igual a mis dos perros, pero continúan peleándose. ¿Qué estoy haciendo mal?

Intentar tratar de igual forma a los dos animales sólo sirve para que se manifieste su tendencia natural a establecer una jerarquía. El perro dominante necesita ser respaldado en su posición y hay que enseñar al subordinado a aceptar la relación. Al apoyar o animar al subordinado cuando éste intenta tener acceso a recursos, el dominante puede retar e incluso pelear para intentar mantener al otro en su sitio. Si se intenta disciplinar al dominante o dejarlo aparte, se favorece y apoya al perro subordinado, lo que prolongará la disputa.

 

¿Por qué ha empezado a pelear mi perro después de fallecer su compañero?

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Los conflictos aparecen cuando la jerarquía es ambigua o cuando dos perros se encuentran en un rango muy cercano. Tras el declive, enfermedad y muerte del perro más viejo pueden empezar las peleas entre el resto de los animales, incluso cuando uno de ellos es claramente dominante. La razón es que el perro fallecido pudo ser el dominante de los otros dos, y ahora que ya no está éstos intentarán establecer nuevas posiciones. Aunque en general debe permitirse a los perros que resuelvan sus diferencias por ellos mismos, habrá que intervenir en los casos en que haya posibilidad de lesiones importantes. En esos casos hay que ser muy prudente, ya que el propietario podría resultar herido debido a un ataque redirigido o al intentar interrumpir la pelea (véase más adelante).

 

El perro más joven  siempre ha respetado al mayor, pero ahora se pelean.

Cuando un perro joven y dominante desafía a un perro de mayor edad que era previamente el líder, puede producirse una agresión social. Este tipo de situaciones suele ocurrir a medida que el perro mayor va envejeciendo o el joven alcanza la madurez social, entre los 12 y los 36 meses de edad, en un intento claro de modificar la jerarquía existente. Cuando el perro de más edad consiente el desafío, todo va bien; el problema aparece cuando éste no quiere renunciar a su posición, aunque físicamente no pueda competir, o cuando los propietarios alientan al joven, lo que puede llevar a peleas muy graves.

 

¿Cómo puedo interrumpir una pelea entre dos perros?

Es una situación que puede resultar muy peligrosa, tanto para las personas como para los perros. Por lo general, los propietarios intentan levantar a los perros, si son pequeños, o agarrarlos por el collar. En ambos casos la persona implicada puede acabar herida. Cuando los perros llevan correa, es más fácil tirar de ellos para separarlos durante las peleas. En otros casos, se puede intentar detener el enfrentamiento con algo que distraiga a los animales, como sonidos agudos (alarmas) o agua. Cuando interviene una persona en la pelea, la agresión puede redirigirse hacia ella (enseñar los dientes, gruñir e incluso morder).

 

¿Qué debo hacer cuando uno de mis perros desafía al otro?

La agresión ente perros de una misma casa puede ser difícil de tratar. Es necesario identificar cuál es el perro subordinado y asegurarse de que el propietario no le anima a desafiar al dominante. Es muy importante que no se ofrezca ayuda al subordinado en vez de al dominante. Cuando se quedan solos, los perros utilizan de forma habitual determinadas posturas y amenazas para zanjar los enfrentamientos sin necesidad de herirse. Si uno de ellos se retira, el problema queda resuelto, pero si ninguno de los perros esta dispuesto a abandonar, el enfrentamiento suele acabar en pelea.

Un error muy común en los propietarios es el deseo de ser justos y permitir a los subordinados acceder a recursos como atención, premios, juguetes o territorio que en condiciones normales nunca tendrían. Si el propietario anima o protege al subordinado, el dominante puede manifestar conductas agresivas para asegurarse el control. Si además castiga al dominante por ser agresivo, el subordinado aprende que puede tomar parte en conductas prohibidas cuando el propietario está presente. Esta es la razón por la que en muchas casas no hay peleas cuando los dueños están ausentes. Por lo general, los perros subordinados son conscientes de la situación jerárquica y no hacen nada para desafiar al dominante a menos que estén cerca los propietarios para apoyarles.

 

¿Qué puedo hacer para corregir este problema?agresividad_entre_perros_de_una_misma_casa_2

El primer paso consiste en conseguir un buen control sobre ambos perros, para que los propietarios sean capaces de prevenir y controlar los desafíos entre los dos animales con su presencia y sus órdenes. El control sobre los perros se consigue mediante las órdenes verbales, el uso de un collar de cabeza y una correa para tener un control inmediato y la regulación del acceso a todas las recompensas, incluyendo comida, juguetes y juegos. El adiestramiento basado en las recompensas, con la ayuda de un collar de cabeza y una correa, debe hacerse primero por separado con cada animal. Este tipo de collares ayuda a tener control sobre la cabeza y la boca y permite interrumpir las amenazas. También son útiles para que los perros adopten posturas de sumisión tirando de la correa hacia arriba, cerrando la boca y ladeando la cabeza para obligarles a apartar la mirada. Darles atención siempre que la piden no sólo provoca situaciones en las que un perro puede retar al otro, sino que también hace que el perro establezca control sobre el propietario.

El tratamiento ha de diseñarse para identificar y apoyar al perro dominante. Por norma general se trata del perro más joven, grande y capaz físicamente. Muchas veces es el que se considera agresor. Hay que dar prioridad al perro dominante en todos los casos en los que se establezca una competencia potencial, por ejemplo, la oportunidad de salir a la calle, entrar en la casa, recibir comida o conseguir la atención o el afecto del propietario. Si se está acariciando al perro dominante y se acerca el subordinado, hay que hacerle esperar. Es importante evitar todas las circunstancias que puedan desencadenar la conducta agresiva. Si el perro dominante se acerca o desafía al subordinado y éste asume una postura de sumisión, los propietarios no deben intervenir, siempre que el dominante se detenga. Si existe la posibilidad de que los perros se peleen mientras los propietarios están fuera, deben separarse cuando no puedan estar supervisados.

En algunas ocasiones, ninguno de los perros está dispuesto a mostrarse sumiso. Esta circunstancia se puede dar cuando un perro joven madura y el mayor envejece o enferma, cuando se introduce un perro nuevo en casa o cuando un perro no es claramente dominante sobre el otro. Es importante reconocer el lenguaje corporal canino e identificar las señales de amenaza de intensidad baja, como el contacto visual, enseñar los dientes o los gruñidos débiles. Todas las situaciones que desencadenen amenazas, ataques o tensiones deben anotarse. Una vez más, es necesario tener un control perfecto sobre ambos animales para resolver el problema con éxito. Las correas y los collares de cabeza mejoran el control de los perros, facilitan el tratamiento y reducen el riesgo de lesiones.

Una vez que se ha conseguido un control suficiente sobre ambos perros y se ha identificado cuál es el más dominante, es el momento de realizar cambios en el entorno y actuar sobre las circunstancias que provocan la agresión. Los saludos y los recibimientos deben ser tranquilos y en ocasiones es necesario ignorar a los animales. No deben darse premios, huesos u otras recompensas a menos que los perros estén separados o atados con una correa. Hay que controlar los desplazamientos en zonas estrechas. El propietario ha de estar siempre atento para asegurarse de que el líder consigue acceso preferente a comidas, lugares de descanso, territorio, atención y premios. Durante las comidas los animales deben mantenerse a una distancia suficiente para que no muestren agresividad. Poco a poco se pueden ir acercando los platos, siempre que ninguno de los perros muestre algún tipo de reacción; en caso contrario hay que volver a separarlos.

Cuando los dos perros están juntos se pueden mantener con bozales de rejilla bien fijados para aumentar la seguridad. También pueden utilizarse para "probar" el resultado del adiestramiento: una vez colocado el bozal, se pone a ambos perros juntos en una situación que previamente desencadenaba agresividad. En algunos casos resulta útil recurrir al tratamiento farmacológico de uno de los perros.

 

¿Se puede corregir la agresividad social?

En ocasiones la conducta agresiva persiste a pesar del control y la intervención de los propietarios. En esos casos se pueden plantear otras alternativas como buscar otro hogar para uno de los perros.

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