Alergia Alimentaria - Perros

¿Qué es  una alergia alimentaria?

La alergia alimentaria es sólo una de las al menos cinco alergias o hipersensibilidades específicas que se conocen en los perros. Todos sabemos que hay personas alérgicas a ciertos alimentos, como los cacahuetes o las fresas, y hace relativamente poco que se descubrió la existencia de alergias alimentarias también en perros. Los síntomas más comunes son prurito y problemas digestivos, pero pueden aparecer otros menos frecuentes como hiperactividad, pérdida de peso, falta de energía, o incluso agresividad. En otras palabras: ¡igual que los niños!

 

¿Cuáles son los síntomas? A mi perro le pica la piel y a veces tiene diarrea.alergia_alimentaria

Muchos perros reaccionan ocasionalmente a algo que han comido. Esta reacción puede ser una hipersensibilidad a un tipo particular de alimento, pero con frecuencia los síntomas no corresponden a una verdadera alergia, sino a un leve problema digestivo.  Si consigue relacionar esta alteración digestiva con un alimento en particular, puede resolver el problema evitando ese alimento en el futuro. Una alergia alimentaria es diferente: se producen anticuerpos contra una parte determinada del alimento.  En un animal alérgico el sistema inmune reacciona en exceso y produce anticuerpos contra substancias que deberían ser toleradas por el organismo.

 

¿Hay algún alimento que produzca alergias con mayor frecuencia que otros? 

Las alergias alimentarias más frecuentes en el perro están provocadas por alimentos como los productos lácteos, la carne de vacuno o el gluten de trigo. Cada vez que el perro come alimentos con estos productos, los anticuerpos reaccionan contra ellos y aparecen síntomas en forma de indisposición gastrointestinal o, con mayor frecuencia, de irritación cutánea.

 

¿Son estos los únicos constituyentes del alimento capaces de producir alergias alimentarias?

No. Teóricamente cualquier alimento o ingrediente puede producir alergia. Las proteínas son la causa más frecuente pero, al igual que sucede en los niños, pueden aparecer alergias a otras substancias, como los aditivos alimentarios. 

 

¿Cómo se diagnostica esta enfermedad?

Hasta hace relativamente poco, las dietas de supresión eran el único medio disponible para diagnosticar alergias alimentarias. Se trata de dietas diseñadas de forma que no contengan ninguno de los ingredientes presentes en la alimentación previa del animal y han de mantenerse al menos durante 3 o 4 semanas. Si los síntomas mejoran con la nueva dieta, se añade un ingrediente de la dieta anterior para comprobar si la alergia reaparece. El problema es que las dietas de supresión no son tan palatables como la dieta original y siempre existe la posibilidad de que el animal frustre todo su esfuerzo: un simple bocado de ternera puede arruinar semanas de trabajo, y si tiene otras mascotas en casa comiendo dietas normales, esto puede ocurrir fácilmente.

Hoy en día existen análisis sanguíneos que pueden indicar con relativa certeza si el perro es alérgico a alguno de los constituyentes de su dieta.

 

¿Cómo se trata esta enfermedad?

Una vez identificados los constituyentes que provocan la alergia en el animal, hay que administrar una dieta que no los contenga. Antes había que hacer las dietas en casa y el pollo con arroz era una combinación habitual en perros alérgicos a la proteína de ternera.  Hoy en día existen diversas dietas comerciales disponibles, palatables e hipoalergénicas con las que se puede alimentar al perro durante toda su vida.

En ocasiones, las dietas comerciales no contienen los ingredientes adecuados o los animales no las consideran palatables. En esos casos es necesario preparar una dieta casera.

 

¿Puede curarse este problema?

Por desgracia, actualmente no es posible curar al perro con alergia alimentaria y, como se ha comentado anteriormente, deben evitarse las sustancias a las que el animal es alérgico.

 

¿Es probable que mi perro desarrolle alergia a otros alimentos?

No es infrecuente que los perros que han desarrollado alergia a un determinado alimento presenten posteriormente otras alergias alimentarias relacionadas. Por lo tanto, si empiezan a aparecer de nuevo los síntomas, no siempre hay que llegar a la conclusión de que su perro ha comido algo que contenga el alimento prohibido; por desgracia, es posible que estén apareciendo otras alergias alimentarias.

 

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