Cojeras - Perros

¿Qué son las cojeras? 

Si un perro no puede moverse de forma normal se dice que está cojo. Las causas de cojera más habituales son el dolor en una articulación o en sus estructuras de soporte o bien la inestabilidad de una articulación. Por otro lado, las deformidades que afectan a los huesos y el acortamiento de las extremidades también pueden ser causa de cojera. Las cojeras pueden afectar a perros de cualquier edad desde cachorros en crecimiento, hasta perros de edad avanzada.

Las causas más comunes son las relacionadas con la edad como:

Cachorros- defectos del crecimiento o traumas

Perros adultos- Heridas en las extremidades, en ocasiones sin ninguna historia de accidente.

Perros de edad avanzada- Enfermedad degenerativa articular.

Mi perro se queda cojo de repente y no se puede encontrar la causa en los exámenes veterinarios ni en las radiografías. ¿Puede hacerse algo?

Las cojeras de origen desconocido son muy comunes en perros de todos los tipos y tamaños. ¡Si pudieran hablar! A veces la cojera persiste pero otras es intermitente. Hoy en día disponemos de una amplia gama de analgésicos muy efectivos y normalmente se usan como primera línea de tratamiento si no se diagnostica una causa específica.  No obstante, al igual que sucede en las personas, algunos medicamentos actúan mejor en unos perros que en otros de modo que, en ocasiones, es necesario realizar varios cambios en el tratamiento antes de encontrar la medicación apropiada. Es importante prestar atención al efecto de los tratamientos cuando se prescribe cualquier analgésico y avisar al veterinario si hay efectos adversos o la cojera no mejora. 

Si mi perro tiene una cojera continua, ¿tendrá que tomar la medicación durante toda su vida?

No necesariamente, incluso con cojeras inespecíficas el ejercicio controlado es tan importante como cualquier analgésico. Los perros no entienden que el ejercicio ha de controlarse. Le aconsejaremos dependiendo del tipo de cojera que presenta. Una vez que se da una mejoría con el tratamiento, la medicación se ha de reducir de forma gradual para finalmente eliminarla por completo o bien mantener la menor dosis posible compatible con una buena calidad de vida.